domingo, 3 de marzo de 2013

El niño y la mujer





Les voy a platicar lo que me paso a como a los 18 miren estaba preparándome para salir con mi hermano a una fiesta y estábamos los dos solos en mi casa cuando mi hermano va a sacar el carro y yo salgo tras de él para decirle algo veo en el patio delantero a un niño parado saludándome el niño vestía de negro como antiguo (su vestimenta) en cuanto lo vi me quede sin movimiento pero vi que el niño empezó elevarse parecía que se despedía de mi lo único que pude hacer fue meterme a mi recamara y empezar a llorar no sé si de miedo o porque el niño se despedía de mi cuando mi hermano entro a mi recamara me encontró en un rincón llorando obvio no me hizo caso me tiro de loca, pero esa no fue la última vez que lo vi tiempo después no recuerdo cuanto estaba en mi patio trasero lavando ropa cuando sentí mucha tristeza y al darme la vuelta estaba el niño en un rincón pero no estaba solo había una mujer a su lado también vestida de negro y sentía que estaban muy tristes cuando le vi el rostro a la mujer me quede en shock porque se parecía ama mi reacción lógica fue meterme a mi casa de inmediato cuando mi mama me pregunto que tenia y se lo conté fue a ver si seguían ahí pero ya no estaban yo estaba temblando y llorando no sabía que pensar la cara de la mujer me sorprendió tanto que no se qué pensar. Ya no lo he visto ni al niño ni a la mujer pero esas ocasiones me dejaron sorprendida. 

Una historia de terror





La historia que voy a contar tiene como protagonista a un familiar muy cercano, al que llamaré Manuel. Como dato importante, diré que es un hombre tremendamente culto y, además, ateo y muy escéptico, por lo que la sugestión, en su caso, no creo que sea la causa de lo que le ocurrió. 

Hace unos años Manuel se trasladó a vivir a Río de Janeiro por motivos laborales. Como su sueldo se lo permitía, se alquiló un piso bastante grande en una de las zonas más bellas de la ciudad, desde el que disfrutaba de una vista magnífica. 

Aparentemente, no había ningún problema, pero pocos días después de mudarse allí comenzó a notar sucesos extraños. Manuel tenía la costumbre de trabajar hasta altas horas de la madrugada en su despacho, apenas iluminado por la luz de un flexo y la desprendida por la pantalla de su ordenador. Una de tantas noches, estaba concentrado en su trabajo cuando una especie de musiquilla de distrajo. La música procedía de la cocina, y además de ella se escuchaban perfectamente murmullos ininteligibles y un ruido que Manuel relacionó con cubiertos moviéndose. Aunque se puede pensar que podían proceder de la casa vecina, éste no era el caso por la distribución del piso; y además, comenzaban de golpe, rompiendo el silencio que reinaba en la casa. Manuel, que como ya he dicho es un hombre escéptico y poco "miedoso", tuvo como ocurrencia "chistar" a los supuestos ruidos. Y tras un "chiiissst" enérgico, cesaron en menos de un segundo. 

Aunque le resultó curiosa la experiencia, no le dio mayor importancia y continuó trabajando como si tal cosa. Pero aquello no quedó ahí, y en noches posteriores, volvieron a irrumpir en la casa esas misteriosas voces acompañadas de música y ruidos que parecían provenir de una especie de fiesta. Manuel, continuando la costumbre del primer día, los mandaba callar con un "chist", y el ruido cesaba por completo. 

A esta casa acudía a diario una señora a realizar las labores domésticas. Como nuestro protagonista trabajaba también fuera, la asistenta -a la que llamaremos Simone- pasaba muchas horas sola en la vivienda. Un día, cuando Manuel volvió, Simone le comentó algo nerviosa que "en esa casa ocurría algo extraño". Según narró, muchas veces, mientras trabajaba en la cocina, escuchaba ruidos dentro de los armarios, como si los objetos se estuvieran moviendo solos, e incluso un par de tenedores se habían movido de su sitio ante sus ojos, lo que le atemorizó muchísimo. 

Como todos sabemos, los brasileños son muy proclives a creer en todo tipo de espiritismo y magia, y Simone no escapaba a ello. Explicó a Manuel que esos hechos se habían repetido ya varias veces y que tenía miedo, por lo se estaba planteando el renunciar a aquel trabajo, lo que para ella suponía un gran problema. Manuel intentó tranquilizar a su empleada, pero ésta, poco convencida, decidió también hablar con la novia de su jefe, María -una mujer dotada de una gran intuición- que aunque no había llegado nunca a presenciar en directo nada extraño, sí había notado desde el principio una sensación desagradable cada vez que entraba en la casa. 

Juntas, como dos detectives, decidieron "investigar" a fondo los hechos hasta encontrar una explicación. Como la casa estaba amueblada cuando se alquiló, decidieron registrarla de arriba a abajo, en busca de alguna pista, y cuál fue su sorpresa cuando descubrieron en uno de los cajones velas negras y utensilios relacionados con la brujería. Rápidamente, recogieron y tiraron todo aquello, imaginando que quizá los antiguos inquilinos realizaban ese tipo de rituales. 

A pesar de la "limpieza", los supuestos sucesos paranormales no cesaron del todo, por lo que Manuel, viendo que tendría que cambiar de asistenta y de novia, terminó cediendo a sus deseos y se cambió de casa.. 

El baño público




Hace algún tiempo acá en Escocia .con mi familia viajamos a Escocia pero a mí me dieron ganas de ir al baño en medio camino antes de llegar al lugar donde nos hospedaríamos ha sí que mis padres se detuvieron en un baño público que no diré su ubicación ,cuando entre al baño estaba muy sucio pero mis ganas eran mayores cuando me senté vi unas escrituras en la puerta del baño que decían cosas de un tipo que vivía cerca de ahí en las escrituras habían varias que no eran muy legibles pero una decía que ese hombre la perseguía, luego alguien entro al baño yo con miedo me limpie y salí de ahí pero solo era mi hermano menor cuando salimos vimos que no estaba el auto llamamos a sus teléfonos pero no teníamos señal entramos al baño y nos dimos cuenta que la puerta estaba pintada hace poco pero no estaba fresca la sacamos ya que era eso media plástica y vimos mas escrituras que decían ese tipo me persigue , mato a mi marido , y salía una dirección a la que nos dirigimos de inmediato y vimos que el auto estaba ahí 
golpeamos la puerta pero no nos contestaba nadie pero notamos que detrás de la casa había un sótano al que entramos ya que estaba mal serrado y ahí nos empezó a dar miedo entre y vi a mis padres amarados y amordazados estaban degollados luego alguien llego era un hombre grande y caminaba con un cuchillo de caza mi hermano menor que no soporto el miedo movió algo y no vio yo logre escapar pero mi hermano no camine hasta el lugar más cercano con señal llame a la policía y cuando llegaron haya la casa se estaba quemando y el baño estaba destrozado la policía me culpo a mí y me mandaron a un hogar de menores por no tener padres y como yo no era de esa ciudad no buscaron familiares hoy en día tengo 22 años y estoy viviendo en España… 

Lamentablemente lo inesperado





Hace un par de años, una familia, humilde buscaba el hogar que tanto deseaban tener. Vivian en una casa muy reducida, (con algunos sectores muy tétricos) y los miembros eran numerosos por lo cual necesitaban tener ese lugar tan anhelado. El padre luego de llegar de su trabajo le dijo a su esposa que había encontrado el lugar perfecto, una casa grande, con amplios dormitorios para cada uno de sus hijos y como no, un esplendido cuarto matrimonial. 

Uno de sus hijos, Benjamín; en el momento existo de cuando vio ese lugar sintió un escalofrió profundo en todo su cuerpo, al ver la alegría de sus hermanos donde estaban en su nueva casa decidió guardar silencio. El tenía un trato muy especial y un respeto ante las cosas sobrenaturales, ya que siempre le había tocado vivir extraños sucesos paranormales. Al día siguiente de visitar la casa, se mudaron, todo bien hasta que llego la noche. Benjamín, se encontraba en su dormitorio escribiendo lo que su imaginación lo obligaba escribir, cuando al aproximarse el débil manto de la oscuridad al escritorio donde se Hallaba, sintió el mismo escalofrió que sintió cuando recorrió los pasillos de la casa por primera vez. No quería que sucediera algo ya que era el único que creía en los hechos sobrenaturales y no podía obtener la ayuda de nadie para proteger a su familia si llegaba a pasar algo. Por lo cual, acudió a su valentía a recorrer cada pasillo con una vela para vigilar el sueño de su familia y ver que lo que presentía, era solo eso, un presentimiento. Al ir caminando vio una puerta con una cerradura muy particular, el traía en sus manos el manojo de llaves de su padre, la intento abrir pero ninguna llave le serbia, el con la curiosidad que sentía la comenzó a forzar para abrirla, en el momento que la abre, siente una fuerte briza que inunda completamente su ser, sin ninguna explicación razonable (ya que no tenia ventanas el cuarto), y solo podía ver con la tenue luz de la vela. Al seguir adelante, vio un baúl que se veía muy antiguo, de unos siglos atrás seguramente, cuando lo abrio, vio diversos objetos que no podía dejar de indagar, objetos que el sin saber tenían un fin macabro. Al día siguiente acudió a la biblioteca de su colegio y empezó a investigar en libros de tortura en que se reflejaban los objetos macabros para matar. Vio lentamente cada página del libro mientras se daba cuenta, que cada objeto que aparecía estaba en el baúl. Cerro el libro de un golpe, y corrió despavoridamente a su casa, cuando llego, fue directamente al cuarto, (en el camino vio una nota que sus padres les decía que habían ido donde sus abuelos con sus hermanos ) el baúl estaba abierto, al final de este había un papel medio roto que habían unos escritos en latín, los llevo a su dormitorio y en su laptop los tradujo, decía: ¨ estas son mis más preciadas herramientas las cuales amo más que mi propia vida, ya que supieron saciar mi sed… ¨, benjamín sorprendió no entendía nada, mientras trataba de comprender, vio una imagen de una mujer pero de inmediato sintió un llanto de un bebé, nunca en su vida había oído tal llanto tan doloroso….se asusto inevitablemente, en eso una fuerza lo lanzo hacia la pared, el quedando casi inconsciente ve con sus ojos entreabiertos una sombra que lo azota cada vez más fuerte en la pared. Al llegar su familia lo trasladan al hospital, el…al despertar le dice a su padre que hullan, que salgan de ese lugar, pero lamentablente, el no le creyo. Cuando su familia volvió del hospital fueron al cuarto que Benjamín les había nombrado, pero en el sector indicado, solo había una muralla. Los padres se miraron dolidos por su hijo. Al llegar la noche, la madre despertó de golpe por el mismo llanto escuchado por su hijo, en ese mismo instante Benjamín sentía una gran necesidad de ir donde su familia, sucedió lo inesperable….gran masacre en la familia Tomón, algo o alguien azoto a cada uno de los integrantes sin tener compasión por ellos. Final, vidrios rotos, camas dadas vueltas, todo en el suelo, sangre en cada una de las paredes, y los cuerpos mutilados en el lugar. Al día siguiente llego la policía y durante la investigación, un investigador noto que una ancianita veía con mucho dolor todo el peritaje, el se acerco y le pregunto si sabía lo que había ocurrido… secándose algunas lagrimas dijo que ella, en la noche había visto a un niño que entro a la casa, y solo a los minutos después escucho los golpes en las murallas y los gritos despavoridos de los integrantes de la familia. El policía no entendía nada, la cual reviso la casa, cuando salió de esta, afuera vio una puerta del sótano de la casa, entro y alumbrando con una linterna vio a un niño que estaba en un rincón con ropa de hospital. Mas sorprendido el policía bajo y lo tomo, vio que en sus manos tenia aferrando unos objetos muy antiguos pero utilizados podían ser letales. Lo saco de ese lugar y al dejarlo en el patio le pidió que le relatara que hacia ahí, el niño sin entender mucho empezó a pensar. El era Benjamín, tuvo un flash back y en ese momento, recordó todo. Cuando la fuerza lo azoto, no se fue, se poseyó en el cuerpo de él. Se acerco la anciana y dijo que era un espíritu de muerte que estaba en ese lugar, ya que antiguamente hacían abortos, de ahí se explicaba el llanto, ya que antes de matar a un bebe se escuchaba, porque un día no llevaron a una mujer embarazada, llevaron a un bebe de 5 meses, no sabían como matarlo, ya que lo veían, pero una mujer totalmente poseída tomo un martillo y le golpeo la cabeza una y otra vez, el bebe llorando desesperado en su dolor cerró los ojos y falleció, ella contaba que ese llanto se escuchaba cada vez que alguien moría en ese lugar ya que el bebe quería avisar antes que llegara ese espíritu para salvar el alma de esa persona. Benjamín entendió todo, aterrado se dio cuenta que había matado a cada uno de los integrantes de su familia, sus hermanos y sus padres. Tristemente ahora está un manicomio de USA, ya que necesita mucha ayuda especializada, los doctores cuentan que todas las noches se queda en un rincón en la misma posición que le fue encontrado en el sótano, mirando hacia el frente, el cuenta que ve a la sombra y al lado, ve recostado el bebe que quiso salvar la vida de su familia y de él…Benjamín…. 

Invocar al diablo... Trae consecuencias





Cuando tenía unos 15 años, no recuerdo por qué, me enganché a la tabla ouija. Una amiga se la compró como quien compra un Monopoly y así fue como empezamos. Un día y otro hasta estar totalmente enganchadas. No recuerdo ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez (etc) que lo hicimos. Pero recuerdo bien que parecía un vicio. 

Todos los días nos pasábamos de seis a siete horas con la tabla, invocando espíritus y demás. Yo lo tomaba como un juego y me parecía divertido e inocuo. Pero un día aquello empezó a ser monótono... siempre lo mismo, saludar al ente, preguntarle las mismas cosas de siempre y adiós. Así que decidimos invocar a Satanás, algo muy fuerte que, ahora que lo recuerdo en la distancia, sé que fue una locura grande que jamás volveré a hacer. 

La historia fue así. Fuimos a casa de mi amiga, la dueña de la tabla, pero en vez de ir las seis o siete habituales, sólo nos atrevimos cuatro de nosotras. Lo preparamos todo bien: luces apagadas, velas negras y blancas, un sitio amplio y limpio, etc. Y empezamos... Al principio no pasaba nada, de hecho tardaba más que los otros espíritus y empezamos incluso a aburrirnos. Entonces empezó a oler raro en la casa (no puedo describir ese olor) y corría un airecillo fresquito (era un caluroso día de verano y estábamos a 45º). Entonces el puntero empezó a moverse. Se fua a las letras, una por una, hasta decirnos que era Satanás y que no saldríamos vivas. Ya con leer esto se me pusieron todos los pelos de punta. Entonces fue como si abriera los ojos y me diera cuenta de lo que estaba haciendo: estaba metida en aquella casa y de allí no podíamos salir sin cerrar la sesión... me di cuenta de lo peligroso que era. 

Tras varios minutos en los que se dedicaba a amenazarnos nos atacó con sonidos, las puertas de la casa se abrían y se cerraban, las persianas lo mismo, los espejos estaban empapados en vapor y las velas se apagaron. Recuerdo que una de las tres amigas tenía un collar y empezó a retorcerle el collar hasta presionar. La estaba ahogando y aquello le quedó físicamente marcado hasta un par de años después. 

Queríamos cerrar aquella sesión y salir por piernas pero no nos dejaba; nos decía que nos atormentaría toda nuestra vida hasta acabar con ella, y, sinceramente, conmigo lo logró durante mucho tiempo. 

Nos pasamos unas tres intensas horas luchando para que nos dejara en paz y se largara, y después de todo lo ocurrido se largó y tuvimos una crisis de pánico. Yo salí de la casa disparada (aún me pone los pelos de punta... perdona que sea tan breve) y desde aquel día no pegué ojo en unos 5 ó 6 años. Todos los días escuchaba susurros, unos pasos detrás de mí al caminar, golpes de llamada en el hombro, pisadas por mi casa, llamadas a la puerta... Igual eran cosas de mi mente, algo que yo provocara a causa del miedo, no lo sé, el caso es que me tenía aterrorizada. 

Y hoy, después de unos 8 ó 9 años, he vuelto a oir esas pisadas, esos susurros pronunciando mi nombre, esos golpecitos en el hombro... y realmente me aterra. 

Pero ya no tengo tanto miedo, porque he leído la Biblia y ahí he encontrado, sino la solución, sí la tranquilidad; pues he leído allí que no hay espíritus de difuntos, que no hay vida después de la muerte, así que todos son demonios. Magia blanca o negra es lo mismo, el Tarot, todo son métodos de brujería para bien o para mal, todo viene de la misma fuente, Satanás. Todo eso viene de él, aunque haga cosas buenas, pues la Biblia dice que Satán es capaz de convertirse en ángel de luz y hacer cosas buenas, para así engañar y atraer a más gente. Así que, al menos, ya sé qué es cada cosa. Sé que no te lo he contado con muchos detalles, también se me han olvidado muchas cosas, además, realmente me da cosa contarlo. 

El espectro





Mi amigo Lucio Trelles es un excelente sujeto, sin graves problemas en la vida y que parece normal y equilibrado. Como nadie ignora, esto de ser equilibrado y normal tiene actualmente tanta importancia como la tuvo antaño el ser limpio de sangre y cristiano viejo. Hoy, para desacreditar a un hombre, se dice de él que es un desequilibrado o, por lo menos, un neurótico. En el siglo diecisiete se diría que se mudaba la camisa en sábado, lo cual ya era una superioridad respecto a los infinitos que no se la mudarían en ningún día de la semana. 

Ahora bien: Lucio Trelles sostiene la teoría de que desequilibrado es todo el mundo; que a nadie le falta esa «legua de mal camino» psicológica; que no hay quien no padezca manías, supersticiones, chifladuras, extravagancias, sin más diferencia que la de decirlo o callarlo, llevar el desequilibrio a la vista o bien oculto. De donde venimos a sacar en limpio que el equilibrio perfecto, en que todos nuestros actos responden a los citados de la razón, no existe; es un estado ideal en que ningún hijo de Adán se ha encontrado nunca, en toda su vida. Lucio apoyaba esta opinión con razonamientos que, a decir verdad, no me convencían. Me parecía que Lucio confundía el desequilibrio con los estados pasionales, que pueden desequilibrar momentáneamente, pero no son desequilibrios, pues son tan inevitables en la vida psíquica como otros procesos en la fisiología. 

Ello es que a Lucio no le conocía nunca ni enamorado, ni encolerizado, ni apasionado, ni vicioso. Hasta me sorprendía la normalidad de su tranquila existencia, sazonada con distracciones de buen gusto y aun de arte, y dedicada a regir bien una fortuna pingüe y a acompañar y proteger a su hermana, con la cual se portaba lo mismo que un padre. Y solía yo decirle, cuando nos encontrábamos en una agradable tertulia adonde los dos concurríamos: 

-Todos seremos desequilibrados, pero el desequilibrio de usted no se ve por ninguna parte. 

Él meneaba la cabeza, y la confidencia parecía asomarse un segundo, como se asoma un insecto horrible a una grieta de la pared, retirándose apenas entrevé la claridad... Ya en el camino de las curiosidades, di en notar que algunas veces las pupilas de Lucio revelaban extravío. No era que bizcase; la expresión respondía a un espanto íntimo sin relación con los objetos exteriores. 

Lucio solía ir a la tertulia donde más nos veíamos, con su hermana y en carruaje. Como le viese una noche salir a pie, me dijo que su hermana estaba un poco indispuesta, y él no había querido hacer enganchar. Entonces caminamos juntos. No hacía la luna, y las calles del barrio estaban oscuras y solitarias. 

Íbamos hablando animadamente, cuando de pronto sentí que el cuerpo de mi amigo gravitaba sobre mi hombro, desplomado. Apenas tuve tiempo para sostenerle e impedir que cayese al suelo. Al hacerlo oí que murmuraba frases confusas, entre gemidos. Yo no sabía qué hacer. No veía nada que justificase el terror de Lucio. Sin duda sufría una alucinación. 
No recobró el sentido hasta momentos después, y soltó una carcajada forzada y seca, para tranquilizarme. Anduvo unos instantes vacilando, y de súbito, volviéndose hacia mí, susurró con terror indescriptible, un terror frío: 

-¿Y el gato? ¿Y el gato? 
-¿Qué gato es ése? -pregunté asombrado. 
-El gato blanco. ¡El que pasó cuando yo caí...! 

Recordé que había visto, en efecto, una forma blanca, deslizarse rozando la pared. Pero ¿qué importancia tenía?... 

-¡Ninguna para usted! -murmuró sordamente mi amigo. 

Yo sentía el temblor de su cuerpo, el rechinar de sus dientes, y su mano crispada me asió, incrustándome los dedos en la muñeca. De su garganta, contraída, las palabras brotaron como un torrente, en la inconsciencia con que el semiahorcado se arranca el dogal. 

Una voz de ultratumba





Bueno, mi primo Julio y yo somos dos locos obsesivos por las cosas paranormales, que hasta hemos llegado a comprar artículos como revistas, libros, etc, sobre la muerte, su proceso, las teorías, fantasmas, etc, y él me contó que en Europa se trabaja mucho con las psicofonías o algo así: esto es que según científicos en el tema de la parapsicología se puede grabar en cintas magnéticas que pueden ser los cassettes comunes, sonidos que provienen de seres que ya no están con nosotros (muertos) bueno..... no al menos en esta dimensión. 

Lo que él me contó era algo loco, dijo que en nuestro mundo existe una dimensión paralela a la nuestra, que ciertas veces llegan a coincidir, que las personas que nos dejaron se encuentran en esa dimensión y que no las podemos oír por que su nivel de sonido es infinitamente inferior que la nuestra; los animales, como los perros, pueden percibir esos sonidos. 

Bueno, cierta vez me llegó con algo que me erizó la piel, en serio no sé si será verdad pero lo que mis sentidos percibieron era realmente algo paranormal. El grabó ciertas voces en una cinta común y corriente, dijo que invocó y dejó puesta la cinta, en cierto tiempo, la revisó y lo que halló en ella... ¿Acaso comprueba esa teoría? 

Después de como 15 min de grabación de nada, se escucha un susurro, no se entiende bien, segundos después se percibe una VOZ, wow!!!!!!, horrible... rasposa, como lija, pero como humana, ¡ay no!, en serio sepulcral, si ustedes la oyeran..., habla en un idioma que no comprendimos, creo que como en francés, no sé qué dice, sólo son como 4 frases. 

Esa grabación me quitó el sueño como por 5 días; sentía el terror más intenso, es como algo prohibido que nunca debí escuchar, si alguna vez lo hacen... en serio, mejor no lo hagan si no tienen temple. 

No solo los perro lamen





La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran influencia en la política local; esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña normal con buena , pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.
Todo cambió cuando le compraron un cachorro de  grande (esto  que cuidase a la niña cuando creciera), pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la cama.
Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, ya aproximadamente como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) y lo hizo y entonces ella se tranquilizó y durmió otra vez.
Cuando ella se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así:
"NO SÓLO LOS PERROS LAMEN".
Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.
Se dice que cuando los padres la encontraron ella no hablaba de otra cosa más que de "¿quién me lamió?" y decía el nombre de su perro, se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres, tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al extranjero.
Y la incógnita más grande es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto, es decir crucificado en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la cama?.